lunes, 29 de diciembre de 2008

El arte de mentir, por Víctor Gallardo

La mentira, aunque no lo parezca, es un arte. Orson Welles con su programa radiofónico La Guerra de los Mundos logró engañar a toda una nación, incluso hubo gente que prefirió suicidarse antes de caer en manos alienígenas.


Vale, la mentira es algo negativo pero a veces, solo muy escasas veces, puede convertirse en arte.

En los últimos tiempos un grupo de destacados miembros del PP local dedican todo, o casi todo, su tiempo libre a maquinar mentiras.

Prácticamente carecen de vida más allá del seguimiento constante de todo aquello que pueda perjudicar la existencia de cualquiera de los miembros del Equipo de Gobierno o la de sus familiares o allegados. Solo disfrutan cuando algo sale mal pero… ¿qué sucede cuando todo va bien?, pues que intentan hacer arte pero, y este “pero” sí que es importante, ninguno de ellos tiene la genialidad para la mentira que tenía el gran, en todos los sentidos, Welles.

Fabrican mentiras sin gracia, sin originalidad, sin sustancia y las plasman en sus plúmbeos panfletos.

Estos ladrillos cada vez tienen menos repercusión, al menos nadie se ha suicidado para no caer en manos socialistas, y se han convertido en objeto de uso interno o sea: solo para ellos.

Ellos los escriben, ellos los leen, ellos se los creen, ellos se los ríen…


De todos modos, y como esta es la segunda vez que se me acusa de no cumplir con mis responsabilidades como Concejal de Cultura (una por hacer y otra por no hacer), procedo a desmontar su tabanque antes de que alguien, ajeno al palomar, pueda dudar de mi integridad como persona o como cargo público.

Creo que todos los que seguimos, aunque sea de refilón , la política local no tenemos ninguna duda de quién es el máximo responsable de estos escritos difamatorios: don Jesús Agudo, Concejal del PP en la oposición y Exconcejal de Cultura y Deportes durante los gobiernos emilianistas.

Pues bien, este personajillo que durante varias legislaturas ocupó el cargo anteriormente dicho y que en estos largos años se limitó a dejarse llevar y a trepar dentro de la agrupación local pepera, se atreve a darme lecciones de cómo gestionar una concejalía que tan tristemente lideró.

Intentando dar lecciones (¿vocación frustrada?) titula y subtitula su bodrio propagandístico: “CULTURA (algo más que la Red de Teatros)”. ¿Algo más?


Este Concejal de Cultura del PP reconocía en los libros de fiestas que no se organizaban apenas obras durante todo el año y que estas adolecían de respaldo popular, salvo las de AMUVAL y Trigal, asociaciones locales que tienen todo mi respeto y mi apoyo y que, tristemente, intenta politizar de manera sistemática. Sin comentarios.


En esta legislatura se ha conseguido realizar la mayor oferta cultural de la historia de nuestro pueblo a lo que ha contribuido lógicamente nuestra entrada en otoño en la Red de Teatros de Castilla - La Mancha. Esto supone que podamos optar a obras de calidad y de temática variada a un precio razonable.


Y son obras diferentes, señor Agudo, es decir, que no hemos traído siempre la misma, por lo que la variedad sigue estando presente. A todo esto se ha sumado la proyección de películas de estreno, la V Semana Cultural (que si es V es porque se celebra desde que usted no es concejal) a la vez que hemos disfrutado de otra amplia gama de espectáculos de grupos amateurs,…


Cuando como Concejal de Cultura planteé en un Pleno la inclusión en la Red de Teatros, don Jesús Agudo ya advirtió que, de ser admitidos, sólo sería por razones de índole política.


Tirando de archivo, comprobamos que en el año 2003 (año uno después de Emiliano) incluían como novedad en su programa la solicitud de entrada en la Red, y que nunca se había solicitado por parte del Ayuntamiento del PP formar parte de la misma, por lo tanto, si es posible que nos encontrásemos ante una razón política y es que el PP se negaba a aceptar cualquier privilegio procedente de la Junta por estar gobernada por el PSOE (ejemplos como este tenemos varios a lo largo de su oscura etapa).

Alguien como el señor Agudo, que solo fue capaz de ofrecernos la más absoluta nada, se atreve a dar su opinión como crítico teatral al tildar a todas (TODAS) las representaciones teatrales y musicales de falta de calidad, contenido marginal, vocabulario inadecuado y de carencia de público.

Difícilmente puede saber de qué tratan las obras y quién va a verlas, alguien que, pese a haber sido la máxima autoridad cultural en el pueblo, no pisa la Casa de la Cultura salvo para sus proclamas políticas, sin embargo, sus contadores oficiales o le han informado mal o, como de costumbre, este mueble de la política municipal miente.

No todo el mundo vamos a ser fans de Alfonso Paso o de Vizcaíno Casas. Por otro lado, la asistencia ha ido creciendo progresivamente gracias a la periodicidad con que se han programado las obras y por el hecho de tener lugar siempre el mismo día y a la misma hora (domingos a las siete, por si aún no lo sabe usted).

Es posible que sus contadores (podemos observarlos al comienzo de cada obra asomando medio cuerpo fuera de la barandilla del gallinero y señalando con el dedo) deban informarle con más rigor.

Y si ni usted, ni sus amigos, ni sus correligionarios, ni su familia asisten por sistema a ningún acto programado por el Equipo de Gobierno, para que nos fastidiemos, para que nos aburramos y dejemos al pueblo tan seco de cultura como cuando ustedes mandaban, ¿para qué nos piden más?

Pero tranquilos, sabemos lo que hacemos y por qué lo hacemos. Y también sabemos que estamos en el buen camino. Y que vamos a dar a nuestros vecinos carentes de prejuicios alternativas a la televisión, a la calle o a los bares.

Sobre lo de llamarme títere, no le voy a contestar (para evitar hablar de Pilar Castellanos).


Aunque no sea exactamente como el Señor Agudo afirma: ¿es necesario presentarse a unas elecciones para pinchar discos y encender luces en la nueva cabina? Quizá pasó demasiados años arbitrando las pachangas que organizaba (es decir, lo único que organizaba) en vez de dirigiendo su concejalía. Las compañías de la Red, espero que no le sorprenda, tienen sus propios técnicos y lo único que puede decirse, acerca de la nueva cabina, es que hemos solucionado una más de sus múltiples chapuzas.


Ustedes son muy dados al insulto fácil y grosero (luego se escandalizan los hipócritas) por lo que solo voy a decirle que no ofende quien quiere, sino quien puede, y ustedes no tienen fuerza ni moral ni ética para hacerlo.

Para mí es un orgullo estar tan alejado de sus principios, eso si es que tienen alguno.

Víctor Gallardo.
Concejal de Cultura y Secretario General de las Juventudes Socialistas de Valmojado.